Sé que tal vez con este post estaré violando la intimidad de la amistad que me une con un trío de personajes (en realidad cuarteto; sepan que Juan Cruz se negó a ir con nosotros ese año a Rio de Janeiro).
Es probable también que los que no "vivieron" esa anécdota no capten la dimensión de la situación que voy a describir.
Pero sí entiendo que este post vale por el hecho de la anécdota en sí, que interpreto como ESPECTACULAR.
Resulta que por allá, a comienzos del milenio actual decidimos pasar, junto con El Sr Em (
co-autor de AMANCEBADOS), Mariano y un personaje surreal llamado Claudio (también conocido como Cano, o Canito) pasar el carnaval de aquel año en Rio de Janeiro.
Para protejer la intimidad de los nombrados no voy a traer a colación en este momento, situaciones que los comprometan desde el punto de vista de su reputación. Pero sí voy a detenerme en una situación vivida en un shopping (específicamente situado en la Barra da Tijuca).
Mientras paseábamos haciendo nuestra tarde de shopping, y como no somos minas para andar todas juntitas, nos dividimos y cada uno fue por su lado dentro del shopping.
Dicho shopping tiene una forma alargada y sólo 2 pisos (a pesar de ser enorme, y el mas grande de Rio), razón por la cual es muy difícil que te pierdas de otra persona, si vas caminado y si no está en otro piso, seguro te la cruzás.
El tema es que nuestro amigo/personaje Claudio (alias Cano) decidió entrar en una casa deportiva y probarse algunos pares de zapatillas. Esa casa deportiva tiene una particularidad: Alrededor de todo el negocio tiene pintado en el piso lo que sería una simulación de una pista de atletismo, para darle una onda mas deportiva al negocio y diferenciarse así del resto.
El punto es que Claudio, para probar la calidad del calzado depotivo, decidió que sería una buena idea correr por la pistita de atletismo dentro del negocio, siempre respetando su carril y desviándose en el único caso que algún cliente/vendedor estuviera entorpeciendo su camino.
Como Mariano y el Sr Em estaban por acaso cerca del negocio y vieron la situación, decidieron ir en busca de nuestro amigo para que no lo tomen por loco o ladrón de zapatillas.
Yo estaba a algunos metros del negocio y vi que todo el mundo miraba alguna cosa allí dentro, turistas, clientes y vendedores en general, todos mirando a alguien corriendo por la pistita dentro del negocio.
No tuve el coraje de entrar a ver la escena, decidí mirar el espectáculo desde la vidriera.
Ayer, jueves, debí trasladarme por motivos profesionales al barrio de Barra da Tijuca. Como me sobro tiempo, entré en el shopping y al pasar por el negocio (todavía existente) recordé cagándome de risa, pero con muchísima nostalgia por mis amigos tan lejos, aquella anécdota difícilmente olvidable.
Saqué mi celular y acá tienen las fotos del negocio del shopping:
Nota del Sr Titín: POST DEDICADO A "TODOS" MIS AMIGOS