Todavía no entiendo cómo los montañistas italianos que subieron el Aconcagua dejaron ir a uno en especial. Yo sé que todas las personas que practican tal actividad tienen una u otra superstición, amuleto o algo por el estilo. Pero esto que digo era muy evidente.
Creo que fallecieron dos y el resto de ellos casi se mueren congelados.
El culpable de todo fue uno de ellos: Matteo Refrigerato.