Prometí que no me iba a meter en la campaña presidencial de Estados Unidos, y creo haber cumplido.
Lo que sí, ahora no puedo callar un comentario que considero es un cachetazo a las idiotas expectativas de la gilada.
Recuerdo muy claramente que una situación (muy) similar se presentó inmediatamente después que asumió su primera presidencia nuestro amigo William Jefferson "habanito" Clinton, cuando (con mucho menos impacto mediático, por razones obvias) toda la gente se creó falsas expectativas, en relación al eterno embambinamiento económico norte-sur.
No se apresen, ilusos.
El pito catalán del nuevo presidente estadounidense no tardará en hacerse presente...