Hace bastante tiempo conté una historia sobre visitas nocturnas al bebedero que ponemos en la ventana para los "beija-flor" y pajaritos en general (bueh, si no te acordás, fijate, buscá).
Hoy no sólo vino a tomar agua. también se dió el lujo de hacerse una pausita para descansar un ratingui.
Aquí están las pruebas: