Si sos del selecto grupo de mis allegados, tené en cuenta algo muy importante: Siempre esperá a que yo tenga la iniciativa de "querer" tomar la criatura en mis brazos.
Pero nunca. Nunca jamás me lo encajes de prepo. En esas situaciones SIEMPRE tuve el irrefrenable deseo (hasta ahora controlado) de tirarlo por la ventana.
Haceme caso: No abuses de tu suerte.