Ya sé que no me lo van a creer y es un tema que ni merece ser contado en este blog. A nadie le interesa y sólo yo sé cuan verídica fue la situación.
El platito del pocillo de café se movió.
Sí.
No, no te estoy jodiendo.
Entré en una cafetería para tomar un feca y leer un poco el diario. Me sirvieron el café, le puse azúcar, levanté el pocillo para tomar e ipso facto el platito se desplazó unos 5 centímetros hacia adelante.
Alguien intentó explicarme que cuando el pocillo de café está caliente, hay un pequeño espacio de aire debajo del platito y que por el calor condensa el vapor, se forma agua y bla y el platito puede resbalar en el agua y bla.
No me jodan ! Fue una típica situación paranormal, una especie de Roswell Titiano sin ovni y sin autopsia.
Bueno, eso.