Hoy (otra vez) un equipo Argentino se agarró a las trompadas. Esta vez en el mundial de Beach Soccer. De mala leche. Mal.
Esta vez contra Uruguay. "Siempre" Argentina es perjudicada: Alguna vez descalifican al Torino en Nuremberg. Alguna vez Codesal le saca la copa en el mundial. Otra vez le mandan el antidoping a Maradona y le cortan las piernas: Siempre hay una mano negra. Parece que Argentina es "demasiado" para el mundo.
Estoy seguro que desde las primeras civilizaciones hubo algún tipo de directiva satánica para que alguien se encargue de boicotear lo que alguna vez se llame Argentina, bajo la forma de árbitros, todo tipo de jueces, gobiernos, organismos como el FMI, cualquiera sea la forma, el lugar y el método. Con tal de perjudicar a Argentina todo vale.
Hoy lo vi desde afuera.
Hoy fui un "morador" de Rio de Janeiro que vió como una selección de otro país mostró su cara prepotente, violenta, de mala leche. Mal, Argentina.
Siempre aprendí que ante las cosas "que te pasan" tenés dos opciones: Ser una víctima pasiva o ser responsable y dar la cara.
Volviendo a la primera línea, no sé si decirles "nosotros", "ellos" o "ustedes". Digamos en este caso: Hoy la selección Argentina de fútbol playa se llevó muy bien merecido un BUUUUUUUUUU ! "Así de grande".