Solía poner cara de esas-personas-que-aparecen-sonrientes-en-las-propagandas-de-Cinzano, pero tragaba el champagne como si fuera Ayudín.
Siempre detesté el champagne y lo oculté para no quedar como un pelotudo.
Ya no mas. Hoy soy reconocido como un gran tomador de buen vino.