Estoy en Pipa (RN), descansando del stress del primer semestre dosmilseisano.
Mirá lo que encontré en el aeropuerto de Brasilia:
Naturalmente que no los comí.
Los guardo como evidencia y también con otra finalidad: Dentro de un par de semanas, alguien se los va a tener que meter en el ojete.
Ellos o yo... el tiempo dirá.